En la trastienda del desamor ocultos los sinsabores, desde la trastienda del amor disfrutaré de tu locura, en la trastienda del amor ya no hay pasajes para la lujuria.
En el inventario adjunto sólo figuran melancólicos besos no dados.
Aquí te espero, espero tu enfermedad como el agua del mayo pasado.
Volverás, lo sé, volverás.
Pero ruégale a tu dios que mi paciencia sea infinita.
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