sábado, 12 de enero de 2008

CITA A CIEGAS


No puedo describir lo que sentí cuando nos dimos de bruces al doblar la esquina. (Esa tuya sonrisa incitándome y desdibujando desdichas). Rocé tu pelo, palpé tu ropa, rasgué tus medias, arañé tu cuerpo. Todas las ópticas del mundo conspiraron el encuentro.


¡ Qué lástima que no me puedas ver… que no te veo !

ecoestadistica.com