Hoy como siempre zozobran los márgenes perfectos, se balancea el vacío en el contexto en blanco. Espumas de colores como sueños de fiebre revolotean sin rumbo y se desgranan neutrones que no existen, protones que desisten, electrones ignífugos que no dibujan guiños. Átomos huecos. Multitudes de espejos mirándose a sí mismos. Lencería de bits y píxeles cristalinos.
Soterradas las anotaciones en sobres impolutos. Lacrados sobres sin remite. Sin destino. Vacíos sobres. Certificados impecables de las palabras no escritas que no mienten la ausencia.
Ríos de de sobres de colores en blanco sin mensajes en letras ocultas engañosas.
Felicidad en gris blanco casi transparente.
Tristeza en blanco camaleón opaco.
Amor al fin sin letras contrasentidas.
Al fin Roma indiferente.